Las experiencias infantiles podrían repercutir en la memoria de los hijos

Invitat 10/02/09, 01:13 am

Las experiencias infantiles podrían repercutir en la memoria de los hijos

E.P.

La memoria de un niño y la gravedad de los trastornos de aprendizaje que podría padecer podrían verse afectados por lo que su madre hizo antes de la adolescencia, según sugiere un estudio del Centro Médico de la Universidad de Rush y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts en Estados Unidos. Los resultados de la investigación, realizada en ratones, se publican en la revista 'The Journal of Neuroscience'.
Los investigadores estudiaban el funcionamiento cerebral de ratones preadolescentes que habían sido modificados genéticamente para tener un defecto en la memoria. Cuando a los jóvenes ratones se les exponía a un ambiente estimulante, en el que podían interaccionar con objetos, aumentar sus relaciones sociales y realizar ejercicio, durante dos semanas, retrocedía el defecto de memoria causado por la inhibición de la formación de las proteínas Ras-GRF1 y Ras-GRF2.
Después de unos pocos meses los mismos ratones fueron fecundados y dieron a luz a una descendencia que tenía la misma mutación genética. Sin embargo, sus descendientes no mostraban el defecto de memoria aunque nunca fueron expuestos a un ambiente enriquecido como sus madres.
Investigaciones anteriores en modelos de ratón han mostrado que la exposición temprana a un entorno rico durante el embarazo puede afectar de forma positiva a la descendencia.
Según explica Dean Hartley, coautor del trabajo, "lo que es único sobre este estudio es que proporcionamos un ambiente enriquecido durante la preadolescencia, meses antes de que los ratones fueran fecundados, antes de que el efecto beneficioso pudiera alcanzar a la siguiente generación. La descendencia había mejorado en memoria incluso sin un entorno rico".
Hartley explica que fueron capaces de demostrar que la riqueza del entorno durante la juventud tiene influencias adicionales muy importantes y que puede mejorar la memoria de la futura descendencia de los ratones jóvenes que se encuentran en un ambiente enriquecido.
Para comprobar que esta mejora en la memoria no se debía a una mejor alimentación recibida por sus madres, los investigadores hicieron que algunos de los ratones de estas madres fueran criados por otros ratones. Incluso así, las crías seguían manteniendo una mejor memoria.
Investigaciones previas han mostrado que una relativamente breve exposición a un ambiente enriquecido tanto en ratones normales como deficientes en memoria desbloquea un mecanismo de control bioquímico latente que aumenta un proceso celular en las células nerviosas llamado potenciación a largo plazo. Se cree que la potenciación a largo plazo participa en el aprendizaje y la memoria. Esta mejora se detectó en ratones preadolescentes pero no en los ratones adultos, lo que refleja la mayor plasticidad cerebral en los jóvenes.
"Este es el primero estudio en demostrar una herencia de un cambio en un mecanismo de señalización que promueve la potenciación a largo plazo y mejora la formación de memoria, y que los defectos causados por una mutación genética pueden eliminarse en función de lo que la madre haga durante su juventud". El estudio mostró que el enriquecimiento del entorno afecta a la siguiente generación pero que en las siguientes generaciones desaparece.